Sala Juan Egenau, Santiago de Chile, 2008.
El año 2007, Gerardo Rocha, poderoso empresario, fervientemente católico y fundador de una importante universidad privada, asesinó al juez Jaime Oliva. Por un error, el asesino resultó con graves quemaduras que tiempo después causaron su muerte.
En 1963 otro hecho policial revolucionó a la sociedad chilena.En completo estado de ebriedad, Jorge del Carmen Valenzuela Torres, conocido luego como El Chacal de Nahueltoro, asesinó a su pareja y a los cinco hijos de ésta. Analfabeto y alcohólico, mientras estuvo en la cárcel se convirtió al catolicismo, aprendió diversos oficios y aprendió a leer y escribir, para finalmente morir ejecutado cumpliéndose la sentencia que el juez del caso dictó en su contra.
Según una crónica de la época,
“Inexplicablemente, sobre cada cuerpo,
Valenzuela Torres depositó grandes
piedras y huyó del lugar.”
De la constatación del hecho que entre el analfabeto y el hiperletrado existe una acción irremediable del conocimiento de la escritura, comienza una recopilación de textos de ambos casos desde dos fuentes: El libro “Todo está en ti”, escrito por Gerardo Rocha, y los informes policiales y de prensa de la época de los asesinatos de Valenzuela Torres, muchos de ellos presentes de manera fidedigna en la película “El Chacal de Nahueltoro”, de Miguel Littín.
Son por un lado la selección de estos textos y, por otro, el insólito acto simbólico de poner piedras sobre los cadáveres, ritual funerario también existente en la tradición judía, los dos elementos que arman “Hojas en blanco: Crónicas policiales 1936/2007”, como la descripción visual de una brecha casi inexistente entre dos mundos y dos épocas aparentemente distantes, de la cual sólo tenemos hojas sin escribir.